
VUELVE CASA ATLÁNTICA A MADRID
El Atlántico no solo se contempla, también se vive. Y del 26 al 29 de junio,...
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El azul es nuestra inspiración atlántica, el color de nuestra botella, el color que nos rodea en nuestra bodega y el responsable de nuestro sabor salino, por eso entendemos que nuestro universo se vive en azul. Un color que es también una gran inspiración para el mundo de la pintura. El azul es uno de los tres colores básicos y se relaciona con la calma, la armonía, la profundidad y está asociado a la eternidad, la divinidad, y también a sentimientos como la tristeza o la melancolía en la inspiración del arte. Digamos que muchas veces se considera el azul como inspiración del arte.
Estos sentimientos negativos tienen una importante presencia representativa en la etapa azul de Picasso (1901-1904) en la que tras el suicidio de su amigo Carlos Casagemas y la experiencia de su precariedad económica, Picasso centra su mirada en el mundo de la soledad, de la miseria humana y elige el color azul para representar su visión pictórica.
El color azul se le considera el primer color artificial de la historia, los primeros pigmentos azules los podemos ver en el Antiguo Egipto. El llamado “azul Egipto” se consideraba el color de la vida y del universo; y está presente en esculturas y en tumbas egipcias.
El azul como inspiración del arte: Desde hace más de 2.200 a.C este simbólico color ha recorrido la historia del arte, siendo el azul uno de los colores más valorados en el mundo de la pintura. Ha sido un color difícil de obtener, y por tanto, costoso para los artistas, llegando incluso a desplazar el precio del oro. Como anécdota, el pintor neerlandés Johannes Veemer se arruinó por pagar el precio de este pigmento y que forma parte de la poderosa identidad de cuadros como La lechera o La mujer de la perla. No fue el único, Durero llegó a intercambiar sus obras de arte por gramos de este codiciado pigmento azul.
La piedra de lapislázuli se usa desde el Antiguo Egipto y era color más codiciado en el Renacimiento por su vínculo con lo divino. El azul forma parte de los mantos de las vírgenes de Tiziano o los cielos de Miguel Ángel. Se cuenta que El Santo Entierro de Miguel Ángel quedó inacabo por culpa de no poder acceder al pigmento azul. Es en esta época, cuando el inaccesible lapislázuli se sustituye por pigmento de ultramar en el Renacimiento, haciendo de este color mucho presente en la expresión artística.
Azul en Las Vanguardias
Si azul es protagonista de una etapa de la pintura es en Las Vanguardias. Es el color de la luz, del mar, del cielo, temáticas predominantes del Impresionismo, Postimpresionismo y Fauvismo. Los impresionistas se alejan de los colores oscuros del Romanticismo; hay dos factores que hacen que el azul esté tan presente en la etapa de Vanguardias.
El primero, el avance de los estudios científicos del color. Según las teorías de Chevreul, color se muestra más fuerte cuando está al lado del color primario no incluido en su mezcla. Por ejemplo, el naranja se intensifica cuando se coloca junto al azul, puesto que el azul es complementario del naranja. El segundo factor, es el cambio de temática de los impresionistas, se centran en el estudio de la naturaleza y de la luz donde el azul es su gran aliado para representar todo ese mundo.
El azul de Yves Klein
Si azul forma parte de la historia del arte, hay un autor en el que el azul es la temática propia de su representación pictórica y que ha llegado a nuestros días traspasando el mundo del arte para aterrizar incluso en la moda. La obra del artista francés Yves Klein es el puro protagonismo hegemónico del azul. Una invitación a sumergirse en lo inmaterial, lo eterno. Un ejercicio que logró gracias a la creación de su propio color el IKB, Azul Klein Internacional, gracias a un amigo químico, que posteriormente patentó y convirtió en su marca. A día de hoy, todos hablamos de azul Klein para referirnos a su azul.
Un viaje de miles de años desde el azul egipcio, pasando por el azul ultramar hasta llegar su presencia en Las Vanguardias; siempre siendo inspiración de nuestro universo pictórico. Un color que habla de quiénes somos en Mar de Frades y forma parte de la historia del arte.