Mar de Frades está llevando el Atlántico a los lugares donde nadie había imaginado. Esta temporada de invierno lo ha llevado hasta mil metros de altura en la estación de esquí Aramón Formigal-Panticosa. La Cabaña Garmet Lounge by Mar de Frades ha maridado a la perfección la gastronomía de alto nivel con la nieve. Una combinación de place to be del après ski que ha ido más allá con experiencia que ha conjugado la música de DJs junto con un gran concierto del famoso grupo Taburete, que causó sensación. 

Un concierto que tuvo la mejor de los emplazamientos, en plenas pistas de la estación Formigal-Panticosa, con unas vistas únicas, todo acompañado de la música pop-rock del grupo Taburete. Una experiencia única a la que pudieron acudir, de forma exclusiva, más de ciento cincuenta asistentes que compraron su entrada a través de la plataforma FEVER.  

Un concierto en el que también hubo caras conocidas como la de Beltrán Lozano, Carla Hinojosa, Marcos Plaza, entre otros, que tuvieron la oportunidad de disfrutar de este concierto, pero también de una experiencia gastronómica junto al albariño más sofisticado en un entorno creado para experimentar el verdadero estilo atlántico en pleno corazón del Pirineo. 

Las confesiones de Antón 

Al cerrar el concierto, tuvimos la oportunidad de hablar con Antón Carreño, uno de los integrantes del grupo Taburete, que confesó ser un gran aficionado de los vinos de Mar de Frades.

No pudiéndose decidir por el clásico Albariño o Mar de Frades Brut Nature. Cada uno tiene su momento, nos confesó. Para Antón, la experiencia espumosa la considera más sofisticada y la asocia con momentos especiales. Sin embargo, el albariño de Mar de Frades lo ve que encaja perfectamente en su día a día. Sin duda, el éxito de este concierto se merece un gran brindis Mar de Frades Brut Nature.  

Cuando le preguntamos por su vinculación personal con la nieve nos cuenta que vivió una temporada en Panticosa y que esquiaba cada día. La nieve es maravillosa, pero un día le desapareció un esquí y fue incapaz de encontrarlo durante horas. A pesar de ese incidente y otros, su pasión por el esquí sigue intacta.  

Antón se despide diciendo que es un privilegio poder disfrutar de dos placeres: el del vino y la montaña a la vez. Sin duda, la misma suerte que han tenido los asistentes de este concierto que han podido maridar: nieve, la música de Taburete y una buena copa de Mar de Frades.